PERSPECTIVA DE GÉNERO

En algunas ocasiones, nos encontramos con una duda sobre nuestro enfoque: ¿Qué es eso de psicoterapia con perspectiva de género? Por eso creemos importante aclarar este término y su importante significado a la hora de realizar nuestro trabajo.

La perspectiva de género tiene en cuenta las variables diferenciales según el género asignado más allá de lo biológico: cultural, político, económico, familiar y por supuesto, psicológico. Esto quiere decir que durante el proceso terapéutico se tiene en cuenta el género con el que la persona se ha desarrollado, ya que influye definitivamente en su manera de ver el mundo, y también a sí mismx. Socializarse con un género u otro va a marcar grandes diferencias en el desarrollo global de cada persona, por lo que sería un gran error no tener esto en cuenta.

¿Tanto afecta la identidad de género a la hora de abordar un malestar psicológico?

Pues sí, influye y mucho.

Nos encontramos con muchas mujeres que acuden a consulta tras toda una vida con el rol de cuidadoras en la espalda y en algún punto acaban preguntándose quién les cuida a ella y cómo han llegado a ese punto en el que no saben lo que es cuidarse a sí mismas. También nos encontramos casos donde ni si quiera son conscientes de esto, por lo que presentan síntomas que les generan mucho malestar en su día a día (ataques de ansiedad, insomnio, baja autoestima, desconexión de sus emociones, mucha tristeza y sensación de vacío, etc). Suele costarles dar el paso de ir a terapia porque no sienten que ellas sean las importantes, porque están al cuidado de sus hijxs y otras personas y ‘no tienen tiempo’, porque sienten que ‘no es para tanto’, que ‘no tienen motivos para quejarse’ o que ‘ya pasará’…

En este caso el peso del género es muy grande y el trabajo está, entre otras cosas, en priorizarse y cuidarse para poder conectar con lo que son. Para poder ser ellas mismas.

Ahora, ¿qué ocurre con el género masculino? ¿Acaso los hombres no sufren las consecuencias emocionales de esto?

La respuesta, de nuevo, es que sí, aunque la problemática que solemos encontrar en consulta es bastante diferente. Las manifestaciones más habituales en el género masculino suele ser: falta de conexión emocional debido a la represión que sufren desde niños ya que nunca se les ha permitido expresar emociones que no resalten su valentía y fortaleza ( “Los chicos no lloran”), dificultad para pedir ayuda, sintomatología física elevada (el cuerpo habla muy alto), adicciones y otros mecanismos de evitación que se les ‘van de las manos’, explosiones de rabia, etc. Esto es el resultado de nuevo de esa carga que los hombres también llevan a la  hora de mirar hacia sí mismos y mostrarse vulnerables, cosa que, por otro lado, es lo que nos ayuda a conectar con los demás.

Esto es sólo una pincelada de los efectos que la variable género tiene en todas las personas. Por eso, tenemos claro que la psicoterapia DEBE tener perspectiva de género y ser feminista, ya que buscamos el bienestar individual y colectivo, este pasa sí o sí por la igualdad entre todos los seres humanos.